sábado, 14 de abril de 2012

TE DEJO LIBRE



Una vez más escarbando en lo más profundo de mi desordenado desván de sentimientos para sacar la pequeña caja con tu nombre, esa caja empolvada que trae pequeños pero perpetuos recuerdos junto con ese perfume tuyo que se quedó pegado en mi ropa y que nunca pude olvidar.



Aquí junto con una copa de vino y mi colección de canciones para estas ocasiones me lleno de coraje y valor para poder abrir esa caja con tu nombre, te has vuelto algo así como "el que no debe ser nombrado" porque sé que con solo escuchar aunque sea tus iniciales vendrían más recuerdos y con ellos sus inseparables amigos: melancolía, frustración y hasta me atrevería a decir despecho.

Una vez más mi masoquista pero luchador espíritu se ha atrevido a ojear esa caja de pandora, aquel libro prohibido que hace mucho debió haber sido destruido con una dosis de alcohol, tabaco u otro veneno que de una vez por todas mate este recuerdo que se ha vuelto un fantasma que me acecha en mis días, pero que hasta ahora no lo he hecho; ¿por qué? la verdad no lo se, ¿miedo quizás? o es que aun me encanta torturarme con mis fugaces viajes en el tiempo a aquel funesto día en el que empecé a vivir pero que a su vez fue mi condena, mi condena ante tus imborrables besos y a tus telarañas de abrazos que nunca más pude desenredar de mi cintura.

¿Qué puedo decir? ya al fin mi testarudo e incomprendido corazón  no da para más, se cansó de pelear con su eterno enemigo la razón, se ha frustrado, se ha enojado y esta vez ha tirado la toalla. No lo culpo, dio buena batalla pero al parecer esta vez el ser rechazado e ignorado fueron más fuertes; ahora, solo quiere descansar, perderse, ser olvidado, regresar a su féretro empolvado del que alguna vez se atrevió a salir; hoy, volverá a las sombras de este complicado ente que ahora puede decir "he vivido, me he enamorado, no me gustó y por eso vuelvo a morir"
Esa expresión me ha dejado marcado: "quien nunca se ha enamorado no ha vivido" honestamente no se que pensar, no se que decir, me ha dejado sin habla.


Ahora solo queda seguir, contigo o sin ti de cualquier forma avanzaré, hoy lanzo tu caja de recuerdos al fuego, hoy te dejo libre; dejo libre al fantasma que en las noches susurraba tu nombre en mi oído, dejo las puertas abiertas para que hasta el más mínimo detalle que te traiga a mi mente se vaya volando lejos, dejo que mis pocas memorias contigo caduquen de una vez por todas, pero sobre todo dejaré que tus besos que dejaste tomen otro rumbo lejos de mi.



Tú ya no formarás parte de mi vida, y sé que yo ya no formaré parte de la tuya si es que no lo hago ya, pero, a pesar de todo, te deseo suerte, es lo último que te diría, SUERTE. Espero que encuentres lo que buscas, que me disculpes por haberte tenido de cierto modo prisionero dentro de este torpe e insensato corazón que te aseguro no latirá más por ti, mis más sinceras disculpas.

¿Un beso de despedida quizás? no lo creo, solo con escuchar salir de tu boca las palabras "quédate por favor" serían suficientes para hacerme cambiar de opinión, así que lo mejor sería decir adiós desde nuestros adentros, yo lo sabré y tú lo sabrás.

Cierro este capítulo, y esta vez, me aseguraré que no se vuelva a abrir más.